Pues si, los tiene. Y sobre todo he observado que parece que tiene más por que los tiene a la vista, no como en otras casas donde los tienen escondidos.
Y me siento orgullosa porque juega con todo (le cuesta arrancar a jugar sola, pero cuando empieza ya da rienda suelta a su imaginación) y me siento orgullosa por que se podría contar con los dedos lo que le hemos comprado nosotros (mejor, con cuatro manos para ser sinceros, si contamos cuentos y material manual). Muchas cosas, juguetes, muñecos y libros (sobre todo) son de herencia nuestra, ¡que ilusión hace verla jugar con mis playmovil, leer los cuentos de david el gnomo...!
Y otra cosa que me siento orgullosa, es que no le importa NADA jugar con juguetes usados de tercera generación, comprados de segunda mano o cogidos de la basura.
Y como ejemplo tres de sus favoritos cogidos de la basura:
1- La casa de las barriguitas, la tiraron porque solo había un cacho, pero la reformamos quitando todas las pegatinas y colocando papel en el interior, luego los muebles son un popurri de herencias. ¡Aún se enciende la luz y suena el timbre!
2- El tocador. Esta un poco cascado y el espejo es un caquilla pero...¡le encanta! Tiene todas sus joyas guardadas, coronas, su llave (calavera, todo princesa no es), sus piedras mágicas y su cepillo.
3- El castillo de la barbie ¡guau! dicen sus amigas cuando ven el castillo. ¡si! estaba en la basura. Esta rota la ventana, le falta una puerta y más, pero le compramos unos muebles normales y de aquí y allá le ha quedado una pedazo mansión.
¡Para importarle jugar con cosas usadas! Así puede jugar con cosas que monetariamente no podríamos comprar. Es genial, encima las arreglo con ella y le encanta decorar y montar ella las casitas.
Así que la clave es recuperarlas con ellos y verlo como lo más normal, que no son peores juguetes por haberlos usado.
¡Sus primeras barbies y ponys fueron también de la basura!
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